Es cierto que la pintura de Hopper se centra en las fotos
que haría un Voyeur de la cotidianeidad de lo que a todos nos ha pasado, cuando
resulta ser lo más vulgar (por cotidiano) y a nadie interesaría. Sin embargo.
Empieza a interesar cuando esa realidad queda al completo desnudo.
“Dime mujer. Que apareces con toda tu fuerza desnuda. Intenso
misterio que arranca en tu exhibición. Más secreta cuanto más te desnudas. ¿Dónde
escondes ese misterio?”
No es exacto. Pero algo muy parecido, creo recordar, escribió
Tomás Segovia.