Cada tarde
arde
en el horizonte
un infinito adictivo
(color explosivo)
para darnos un respiro,
centrar el presente
y poder dormir.
arde
en el horizonte
un infinito adictivo
(color explosivo)
para darnos un respiro,
centrar el presente
y poder dormir.
Y luego volver a latir,
al amanecer siguiente,
por aquel infinito,
hasta verlo arder,
de forma más bella,
si puede ser.
al amanecer siguiente,
por aquel infinito,
hasta verlo arder,
de forma más bella,
si puede ser.