Conociéndome como me conoces, no te sorprenderá que te escriba. Para decirte nada nuevo. Ni mucho. Ya sabes.
No puedo estar mucho tiempo sin ir a buscarte. Sin saber de
ti. Y es que de ti no sé absolutamente nada. Ni siquiera sé sobre tu situación.
En realidad no quiero saber. Me asusta saber. Me vale con tener la certeza de
que estás bien. Tener la seguridad de que Tiempo y silencio no van a hacer tan
híspida nuestra relación que sea imposible encontrar el lugar para retomarla en
el futuro. Y me es suficiente tener la convicción de que todo es para
reencontrarnos más y mejor, en un lugar que sepamos trazar para nosotras.
Conociéndome como me conoces, no te sorprenderá que te escriba. Para decirte nada nuevo. Ni mucho. Ya sabes.
Conociéndome como me conoces, no te sorprenderá que te escriba. Para decirte nada nuevo. Ni mucho. Ya sabes.
Que pienso en ti. Y que te echo de menos. Que tengo la mala
costumbre de querer tener cerca a la gente importante en mi vida. Y a la que
quiero. Y espero, con el alma temblando en mi pecho, que alguna vez llegue ese
día.
Nota: de Mariposas bien, de Mariposas bien.
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