No. A ti no te voy a mentir.
No. No estoy enamorada.
Sé que sería más fácil decir que si. Más fácil para ti. Más fácil para mi. Pero
no soy capaz de hacer que vivas engañada. Ni siquiera lo soy, de pronunciar un
"te quiero", sin que en él se me vaya el alma. Porque fingirlo me
aliviaría el ego, pero me pudriría el karma. Porque quiero ser Leal contigo.
Conmigo. Con el rincón mas interno de mis entrañas. A pesar de que signifique
un revés para mi orgullo de poeta, de clásica, de romántica. Sería más sencillo
mentirme. Que reconocer que por mucho que lo intente, como si de una tortura se
tratara, no consigo quererte, como se debe querer a la más amada. A pesar de
su rareza, se reconoce con una sola mirada. No. A ti no te voy a mentir. No
amor. No estoy enamorada. Y no voy a contar a ningún tercero ni lo especial de
lo que siento, ni como vibra mi alma. Porque sería hacer como cierto lo que no
es cierto, y engañar cada uno de mis poros si me escucharan pronunciar ciertas no
ciertas palabras.
¿Que por qué estoy contigo? Porque me despiertas a besos
cada mañana. Porque me haces reír. Y me curas con esos ojos de abundantes
pestañas, cada una de las cicatrices de un pasado que ni imaginas vivir. Por tu
acento del Sur. Por tu voz ronca de madrugada. Porque aguantas el mundo por mí. Y por las eses de tus palabras.
Por la calidez de tu cuerpo estirado en mi cama, cuando ladeo en mi almohada.
Por tu piel suave. Y tu pecho perfecto. Por esas cosas que me dices y no recuerdas, cuando
despunta el alba. Por lo que tú si me quieres a mi. Y por tu entrega
desmesurada. Estoy contigo porque me haces feliz. A ratos. Y me haces olvidar
las ganas de llorar que tengo cuando te marchas. Porque eres mi chamán. Sanadora
nata. Porque tus manos curan mi piel. Y tu boca me lame el alma. Pero no, amor.
A ti no te voy a mentir. No estoy enamorada. Y ni tiemblo al pronunciar tu
nombre. Ni se derrite al roce de tu mano, mi alma. Ni galopa dentro de mí esa
pasión, esa furia, ese éxtasis, esa dulzura, esa metralla.
No. A tí no te voy a mentir. No estoy enamorada. Pero te quiero porque me haces feliz. Y por Dios, para que no me muera aquí mismo, dime que eso te basta.
2 comentarios:
Después de haber aclarado el malentendido que el universo te hizo pagar con un apagón de tu móvil, he de decir que sigo pensando aún si cabe, más, lo mismo. Es el poema más bonito de "desamor" que he leído en los últimos tiempos.
Y con eso, a mí me basta.
Gracias por tu comentario, "Anónimo", y por considerar así este "poema"... Un abrazo.
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