Lo sé. No has muerto. Puedo verte. Hablar
contigo. Igual que hablo con el tiempo, con el cielo, con los árboles, con mis
gatos, con mi perro. Sigues aquí. Y lo sé. Sencillamente has tenido que desaparecer de
tu cuerpo, para colocarte en otro lugar, mucho más cerca, mucho más dentro, y
te siento aquí.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario