viernes, 15 de noviembre de 2024

Dame



Dame tu cuerpo. Para vivir allí. Para morir en ti.
Dame tu amor. 
Impide mi destrucción. 
 

domingo, 10 de noviembre de 2024

Un abrazo

Un abrazo. Que me insufle la vida. Que me arranque la vida. Que me queme que me llene pero un abrazo. Que me asfixie que me ensucie y que me limpie, que me guste y que me duela me levante y que me muela, me eternice y relativice, me vacíe, me expíe, me ansíe o me aborrezca... un abrazo. 

Un abrazo del para siempre y los jamases. De los dijes lo habíamos los seremos y los fuimos de los haremos. Un abrazo por el gesto. Un abrazo indigesto. Un abrazo arrastrado o un abrazo elevado un abrazo olvidado y ese abrazo tan soñado. Un abrazo repetido y un abrazo no querido. O el forzado, el robado, el ansiado. El saqueado o el alado. 

Un abrazo que me parta el alma, que me embriague en calma. Que me arrastre y fagocite, que me lo de todo o que me lo quite. Un abrazo envolvente, un abrazo indecente, un abrazo tierno. Un abrazo eterno, un abrazo que  me quiebre. Un abrazo y su fiebre. Un abrazo una catarsis, un abrazo divino, un abrazo mendigo, un abrazo apasionado, un abrazo obligado. 

Un abrazo que cure, un abrazo que dure, que enloquezca, que crezca. Un abrazo donde te hirieron. El abrazo de todos los abrazos que un día se dieron. 

Un abrazo para llorar. Para volar. Para desgarrase esta piel que necesita un abrazo por cada poro de su piel y que me abrase la piel que me envuelva piel con piel en ese abrazo. 

Que yo deje de ser para ser abrazo. 

Como a un recién nacido. Como si no hubiera nacido. Como sí hubiera nacido por y para ese abrazo único más libramos del mal un abrazo sin final un abrazo de un segundo. No pido un segundo abrazo sino uno único y verdadero, como si fuera el primer primero aunque me valdría incluso uno falso que creyera si el embustero supiera mentirme bien. Un abrazo fuerte y fiel. O un abrazo corrosivo. Un abrazo compasivo, un abrazo comprensivo o un abrazo y su hiel. El abrazo de un abrazo. Un abrazo y su rechazo. El abrazo de un solo brazo. Un abrazo y su flechazo. Un abrazo y el zarpazo que me arranque el corazón. Que me deje sin razón y sin un solo sano juicio, y me tire del precipicio de su abismo del revés. Un abrazo de daños y perjuicios que me encienda y que me prenda que me arrastre y que me castre pero que me haga sentir otra vez. 

Un abrazo que no ves. Abrazo arcano profano cercano lleno de grandeza un abrazo y su belleza. Porque sólo admiro belleza. Porque encierra y expande belleza. Y nos lleva hasta el orgasmo de belleza porque sólo me vale la sublime belleza. Un abrazo de quién no ama belleza. De quien desprecia belleza. Un abrazo de quien es un adicto empedernido a la belleza y la busca en los rincones más recónditos porque sólo nos salva belleza. 

Un abrazo que me arrodille. Que me conquiste y como los bárbaros me saquee y me pille echando abajo mis murallas un abrazo sin agallas, un abrazo final de batallas y uno que como todas las estrellas juntas brille. Devolviéndome el universo entero en su abrazo. 

Un abrazo... 

Que me insufle vida. Que me arranque la vida. Pero un abrazo. 

Un abrazo tuyo, no de cualquiera. Y que me de envión para la vida entera.

jueves, 24 de octubre de 2024

Ángel caído


Hoy muere un ángel. Lo has matado.  No te culpes. No me pidas perdón. Solo soy otro ángel caído amor. 

Hoy, por primera vez, con las alas rotas, voy a pisar el frío suelo de la tierra sin color. Voy a camuflarme entre el resto de la gente que no conoció tu amor. Voy a ir a un bar a emborracharme. A regalar mi abrazo a cualquiera. A morir por segunda vez. La primera, fue cuando te vi abrazarla a ella.

Volé muy alto. 

Siempre recordaré lo bella que yo era, volando a tu lado, amor.

Hoy muere un ángel. Lo has matado.  No te culpes. No me pidas perdón. Solo soy otro ángel caído, amor.

lunes, 21 de octubre de 2024

Ilusión 111.024

No voy a pedirte ese beso en la nuca. Ni ese abrazo, por detrás, de cuerpo entero. No te voy a pedir tu mano en mi mano. Ni esa sonrisa en tu mirada, cuando aparezco. No voy a pedir que recuerdes nuestro primer día. Nuestro aniversario. Nuestro primer momento intenso. No voy a pedirte que viajes conmigo. A Formentera. Nueva York. A Paris. A Disney. A esquipar. Y mucho menos que me des la mano al pasear. O pases por encima de mi hombro tu brazo entero. No voy a pedirte que me digas lo guapa que soy. Que estoy hoy. Lo mucho que me amas. Ni te voy a pedir que me agasajes. Que me hagas sentir que me amas por encima del mundo entero. Ni que me demuestres tu amor. No te voy a pedir que me cuides a diario con gestos tiernos. Tampoco te voy a pedir que me llames sin ningún pretexto, únicamente porque me echabas de menos. No te voy a pedir que veas las pelis que te recomiendo. Las canciones que te mando. Todos los cuentos que escribo. Ni que escuches con atención, todo lo que te cuento. No te voy a pedir que sepas, que pienses, que sientas que tu hogar será siempre el lugar en el que yo me encuentro. No te voy a pedir ese beso en la nuca. Ni ese abrazo, por detrás, de cuerpo entero. Porque si te lo tengo que pedir, ya no lo quiero.

viernes, 12 de enero de 2024

El primer paso

 

El primer paso.

Quisiera que diera ella el primer paso.

Lo sé. No suele ocurrir así.

Sin embargo yo quisiera.

Que el primer paso ella diera.

Que fuera ella que viniera a mí.

 

Yo, ya ves, no me atrevo.

Y me paso la vida entera.

Intentando encontrar la manera.

Pero no hago nada luego.

 

El primer paso.

Quisiera que diera ella el primer paso.

Y después yo, gustarla.

Y después yo, hablarla.

Acercarme, enamorarla, sin asustarla.

 

Y decirle todas esas palabras de amor.

Sin que suenen como palabras de amor.

Pero que lejos de mi, entienda que son palabras de amor.

 

El primer paso.

Quisiera que diera ella el primer paso.

Sé que puedo morir esperando así.

Puedo soñar cada noche y vivir.

En un continuo fracaso.

 

Sueño que un día me la encontraré.

Como siempre ocurre, me la cruzaré.

Y como todos los días, ella me dirá “hola”.

Como todos los días, yo contestaré “hola”.

Solo que esta vez.

Ella me tomará del brazo.

Ese es el primer paso.

Y me llevará a su casa.

Donde haremos el segundo paso de amor.

Y no saldremos de su habitación.

En la que me desvelará todo su cuerpo.

Y sabré si en mis sueños acierto.

El calor de su aliento, su entonación.

 

La primera palabra.

Me gustaría que dijera ella la primera palabra.

Me vale una palabra cualquiera.

Una palabra muda, un gesto sin palabra.

 

Por la noche, también sueño.

Que ella me hace un gesto.

Entonces yo la entiendo.

Y la tomo a ella del brazo.

Y es ese nuestro segundo paso.

Y a partir de ahí, juntos a la par.

Entramos en una casa llena de niños.

Que me llaman papá.



(versionando a Claude Michel Schönberg)

Le premier pas

miércoles, 27 de diciembre de 2023

Después


Y después del último latido, del exitus, de la última exhalación. Después, cuando eres alma sin cuerpo, aire gas y aire. Cuando todo lo que eres no es visible para nadie. En ese después, llega la gran decisión. Como si el resto de decisiones que tuviste en vida fueran mínimas en comparación con esta. O una preparación.

Después, es cuando tienes que decidir entre un volver a existir en lo físico: poder volver a ser, a hablar, a tocar. Volver a amar, a respirar, a sufrir, a sentir en tu piel, en tu paladar, en tus huesos. Eso si, perdiendo todo ápice de memoria. O decidir permanecer etérea mas invisible a todos los que amaste o te amaron, para ayudarlos hasta que a su vez no sean más, eligiendo entonces a otro humano al que proteger. Probablemente un niño, al que acompañarás toda su vida. Y así existir en vigilia constante, generosa, elevación absoluta del amor. Existiendo en alma, sin cuerpo. Eligiendo ser ángel, en ese después.

Después... después toca decidir. Volver a nacer. O permanecer.

(Propietario de la fotografía: ZuniZoeDesigns)

miércoles, 6 de diciembre de 2023

Detrás del amor


Detrás del amor hay más. Detrás del negro telón. Hay mucho más detrás del amor.  Hay mucho más amor también. Y muchos lloros que aprisionamos dentro, y rencores y reproches y remordimientos. Hay recuerdos deslumbrantes. Detalles imperdonables. Agradecimientos eternos. Hay sentimientos inefables. Y dulces y amargos y tiernos. Hay abismos de inviernos. Hay paraísos vulnerables.

Amor. Dame tu cuerpo, para vivir. Y morir ahí también. Dame tu cuerpo, tu piel, tus huesos, para alojarme para siempre ahí. Para acurrucarme en ti hasta morir. Ámame, amor, y ámame más fuerte. Frena en ti mi muerte. Dame tu boca y tu pecho y tu aliento. Pero sobre todo dame todo lo que guardas dentro.

Detrás de mi amor hay mucho más.  Detrás de tu amor, dime, ¿Qué hay? Quién es esa persona a mi lado, cuando dices lo que me dices. Cuando miras como me miras. Cuando cuentas esas cosas que me cuentas. Dime amor cuando duermes a mi costado ¿estás pensando en mí?

Y cuando me dices que me amas, ¿realmente es a mí a quien amas? Y cuando me haces el amor, dime ¿realmente me lo haces a mí? Detrás de ese enorme y negro telón, que me prohibes ir… a ver…

Ámame, mi amor, ámame otra vez. Ámame detrás del amor. Detrás, y delante de él. Desde sus infiernos hasta su Edén. En sus cuatro puntos cardinales. En todos sus tiempos naturales. Los que fueran un día y los que no existieron jamás, también. En toda dirección. Con toda la ambición. Ámame de verdad, tengo demasiada necesidad. De tu cuerpo. De tu aliento. De tus manos sobre mi. De tus sueños. De tus miedos. De tus temores. De tus anhelos. Necesito todo de ti. Para vivir. Para morir. Ámame más fuerte para adentrarme en tu telón negro. Exactamente ahí.

Amor, ámame detrás del amor. Impide mi destrucción. 


(imagen de arteclat.com - Alen Kopera)