viernes, 13 de julio de 2012

Mucha mierda

Telón rojo. Butacas llenas. Risas. Nervios. Complicidad. Euforia. Alegría. Mucha, muchísima intensidad. Mudas. Vestuarios. Calor. Bailarinas. Memoria. Puntas. Redes. Medias. Cortinas. Maillots. Maquillaje. Peinados. Espejos. Compenetración. Un último ensayo. Estirar. Cerca es lejos. Pasillos. Paseos. Pasos y pasos. Bastidores. Camerinos. Gritos. Aplausos. Felicidad. Cambios rápidos. Cambios ultra rápidos. Tensión. Pit Stop. Un moño en boxes. Mucha, muchísima presión. Risas. Bailes a escondidas. Focos. Cenitales. Mucho más que amigas. Se desboca cualquier emoción. Avance a oscuras. Dame tu mano. Colocarse. La cruz roja. Que grande. Que pequeño. El escenario. Transformar los nervios en nada ordinario. No te veo. Pero estás ahí. Con el corazón en la boca: gracias por venir. Sonrisa. Luz. Luz. Más luz. Y un horizonte oscuro. Dos, tres o cinco minutos de canción. El orden grapado al muro. Ánimos. Animo. Animales. Animación. Fuera de tu mente toda preocupación. Escena. Escenario. Escenificación. Sentirse el único bailando. Entre más de un millón. Memoria. En blanco. Fuerza. En color. Disfraz de faloria. Historia. Victoria. Una canción. Otra canción. El aplauso, tu Gloria. Un infierno: la mínima equivocación.  Las horas inocentes. Frente a frente. Aquella otredad. El mejor presente: aquella gente. Ver. Ser. Volar. Bailar. Vivir. Y que vosotras estéis ahí. Esta, al equipo, se la dedico. Cascada de espejos. En los que como en tiempos viejos. Yo y la que fui bailamos. En el umbral del pasamanos, de mi mirada. Al borde de los bastidores de la ilusión.  Otra. Y otra canción. Pies en punta sobre el abismo que existe bajo la cuerda. Chicas: nos toca. Mucha, mucha mierda.