domingo, 13 de noviembre de 2022

Hijos de Marguerite Cocciante

 

Sobretodo no me echéis mucho en cara que hoy también trabaje hasta la madrugada. Tengo tantas cosas que hacer… antes del amanecer…


Porque tengo que hablar con la luna para que os cuide desde la altura, para que cumpla todos los deseos que le pidáis, y que os aliente si algún día dudáis. 


También quiero visitar a la noche para que nunca la uséis en derroche, para que nunca os parezca fría ni oscura, para que con vosotros no se haga la eterna ni la dura. 


También iré a ver a todos vuestros futuros amantes para pedirles que sean como los de antes, y que os enseñen las pasiones del amor enseñándoos lo todo, sin dolor. 


También hablaré con cada una de vuestras lágrimas, para que dentro del sufrimiento crezcáis, aprendáis y que os fortalezca el lamento llevándoos a un lugar de sabiduría y paz.


Hablaré durante horas con el mar para que os llame al veros pasar para que os bañéis como niños, para que os alivie y que os cure, para que siempre os ayude cada vez que lo vayáis a buscar.


También iré a pedirle a la vida que no os decepcione mucho, a la esperanza que nos os abandone, a la muerte que os abrace viejitos. Al tiempo que me dé nietecitos. 


También iré a construiros los más bellos sueños en este mundo tan pequeño para lo inmensos que sois los tres. Y les pediré que con vosotros se dejen crecer. 


Iré hasta el sol para que os caliente en los más duros inviernos. Pediré que siempre os dé un rato más al eterno. Al pasado que no duela cuando lo echéis de menos, y a los fantasmas que los consigáis siempre superar. 


Pediré a todas las canciones que os acompañen en el momento perfecto, viajaré en directo hasta el mundo de las posibilidades para que os las ofrezca todas, y a las ciudades del mundo que sean buenas anfitrionas y que se conviertan en vuestro hogar.


Pediré al infinito que os bautice el cuerpo y el alma, a la fuerza que os envuelva y empape con calma. Pediré a la primavera que con cada de sus flores os embriague de olores cuando penséis que el mundo es injusto. Le diré a la sabiduría que sin sustos os guíe para cambiar las cosas a mejor. Iré hasta la pereza para que en vuestros cuerpos no teja, y a vuestra pasión para que consigáis la fórmula de erradicar la pobreza.


Tengo que pedirle al reloj que detenga el tiempo cuando os concentréis mucho, con los vicios a ver cómo lucho para que os enseñen sin traicion, y a los ladrones que os dejen tranquilo el corazón.


A los universos y multiversos de otra dimensión les pediré que no os hagan perder la razón, y que los más bellos os dejen adentraros en ellos.


Y luego justo antes del alba, iré al final del cielo, para elegir con mucho esmero, una estrella. Y que al mirarla las noches que me echéis de menos, la encontréis tan bella, que sepáis que soy yo.


Sobretodo no me echéis mucho en cara que hoy también trabaje hasta la madrugada. Tengo tantas cosas que hacer… antes del amanecer…