jueves, 1 de abril de 2021

¿Qué escribes? - me preguntaste


Y yo pensé:

Mis palabras hablan del brillo de la flecha, de la précision de los hombres ansiosos, de nuestro movimiento continuo y del tiempo cíclico que nos encuentra distintos a cada vez.  


Hablan del olor de de tu pelo y de la suavidad de tu piel. 


También hablan un poco de las cartografias del alma, y de aquellos ojos que no llegué a conocer. Del conglomerado con el que me construyo, de lo que siempre agradeceré, y lo que nunca voy a perdonar.


De aquello que nunca fue, y de aquello que se ha forjado eterno, como uno más de tus tatuajes.


Mis palabras hablan de que la muerte me hace más viva, de la ilusión que es en realidad la felicidad. De las tres partes que somos: el alma, el cuerpo y la mente. Y de la búsqueda constante del equilibrio, de la mejora, del crecer. 


De conseguir ser cada día más fuertes por dentro. Y por fuera. Y de cómo enseñar todo lo -que creo- que he aprendido, a los que acaban de nacer. 


Mis palabras hablan del color sencillo de tus ojos. De mi compleja forma de pensar. De los días de lluvia y del dibujo de los amaneceres. De la fuerza del ave Phoenix y de la inocencia del que empieza a amar. 


Hablan de los sueños que te llevan al vuelo, de los celos de que no te ame quien nunca sabrás amar, del ego sin arduo trabajo que lo sustente. Y de la humildad bañada en arduo trabajo de verdad.


Mis palabras hablan del arquero de Jodorowsky que incansable apuntaba a la luna. De la resiliencia. De la desaparición del tiempo, del espacio, de la fecha. De la precisión de los hombres ansiosos. Y del brillo de la flecha.