miércoles, 25 de noviembre de 2020

Mi último pensamiento - (a lo Mina)

 

Lo cierto es que no se por qué esta noche, todo lo que te quiero decir, lo escribo dentro de una canción. Lo sé, es lo mismo de siempre. Ni siquiera sé si la escucharás algún día o si ya estarás inmerso en una ficticia relación, recordando mi forma de amar.

Lo cierto es que esta noche que es inmensa y fría, me acompaña más que nunca lo hiciste tú. Ella me está regalando una agridulce alegría en la que transformo mi decepción de Azul. Y es que tu manipulación y tus malos días han terminado por chuparme la sangre y toda mi esencia vital. Y le suplico a esta oscuridad infinita que me devuelva la fuerza que yo sola no sé de dónde sacar.

Y si, cuando me haces algo que me bloquea, no te sé decir nada, ni siquiera un hola como estás, “hola como estás, bien, con esos pantalones grises y tu camiseta pistacho, hola bien, que tal que tal cómo estás”. Detalles que llevas hacia tus tormentas de rencores junto a todas esas palabras que nos han ido dañando cada vez más. Y ahora escuálidos en nuestros proyectos, temblorosas nuestras fundaciones, con un pasado que no dejo de cuestionar.

Como una recadera directa del cielo me acerco a tu infierno, insaciable, incansable, una y otra y otra vez más, sin importarme ninguno de tus numerosos desaires, tus ninguneos, ni tu forma tratar. Como un sicario contratado por mi contra ego me acerco a ti empujada por un yo que sé que me impide ser justa conmigo ni tener integridad. Y amándote en tu absoluto completo, y en tus diferentes personalidades vuelvo al ruedo convencida de hacerte reaccionar. Aunque eso me aniquile, me dañe y me transforme en un polvo que te canta esta noche y del que nunca te volverás a enamorar.

Lo cierto es que tienes razón, y siempre espero mucho y cosas que hoy no me puedes dar. Porque son cosas que se basan en aquel recuerdo que tengo de nosotros, en la ilusión de todos los momentos buenos, y en la manera en la que solo tú me hiciste volar.

Lo cierto es que sí, creí que eras tú, y ahora no sé cómo redireccionar, aquella brújula que me lleva a tu nombre de indio pagano, dibujos en tu cuerpo y esa manera de observar. Y si algún día he llorado, si algún día he gritado, si algún día me he enfadado, si algún día me he callado ha sido porque te he amado de verdad.

Lo cierto es que deambulo hoy por el cementerio de las emociones enganchada a la droga más fuerte que nunca vas a probar. Y es que eres la peor de las adicciones y yo ya sabes, nunca supe cómo ni cuándo parar.   

Lo cierto es que no sé por qué esta noche, todo lo que te quiero decir, lo escribo dentro de una canción. Lo sé, es lo mismo de siempre. Ni siquiera sé si la escucharás algún día o si ya estarás inmerso en una ficticia relación, recordando mi forma de amar. Pero este es mi último pensamiento, al menos en mis noches, que te pienso dedicar. Porque siempre voy yo. Porque tú nunca vendrás. Y porque prefiero mil veces estar concentrada en mi mundo, en mi Vida y sola, que ilusionada por algo que no fue verdad.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Otra ilusión


Esta noche conseguí conversar con la Luna. Me dijo que está triste, porque el Sol ya no la mira, porque el Sol ya no la toca. Y yo le dije: ¡pero si tú eres La Luna!! Y ni yo la entendí a ella, ni ella me entendió a mi.