martes, 10 de enero de 2023

Y un día, esa mujer (la mujer de Florent Pany)


Tras haber pasado noches soñando aquello que los cuentos de hadas te cuentan, y perder tu infancia sin darte cuenta, en algún lejano lugar, te embriaga la desilusión. 

Tras dejar de creer, sin motivación. Y haber caído en lo más bajo de las fauces de la tierra, sobreviviendo en la miseria de un morir en vida sin pasión, echándole la culpa a todo, de cínico modo, sin dignidad no esperas nada más, que un éxitus sin dolor.


Tras caminar enfadado con la vida, renegando sin medida, ausente siempre de todas partes, sin saber ni querer acordarte, de aquello que de niño soñaste. 


Pero un día: una mujer, con la mirada te cruza, y sola te embruja y te arrastra a sus hombros, tú que te creías escombro, y te lleva igual que lleva el mundo entero. Y hasta el final de sus fuerzas, recubre su corteza de tus heridas más profundas. 


Y esa mujer, que te mantiene con la mirada, y la seguridad que te infunda, te abre su mundo y te inunda, con sus gigantescas y abiertas alas. 


Devolviendo tu confianza, con mucha paciencia te alza, te retira de sus hombros, te pone en pie. Y entonces tú empiezas a creer, a imaginarte un futuro, puede, y convertirte, quieres, sobretodo en lo que ella ve en ti.


Y un día esa mujer, que en su mirada te aguanta, a ti y al mundo entero, te hace nacer de nuevo, como hizo en el interior de su vientre, con mundos más pequeños, a los que se da hasta el infinito. Y como si estuviera escrito, también se entrega a ti.


Y un día, esa mujer.