lunes, 9 de diciembre de 2013

Vuela esta canción, para tí, Júlia.

Si alguna vez AMÉ...
si algún día después de amar, AMÉ,
fue por tu amor, Júlia,
pequeña Júlia..."

A lo Pedro Salinas

No hemos hecho el amor, pero te debo un puñado de versos.
Quiero decir, que te debo
unas horas de otoño.
Una intima conversación,
un café expresso.
Unas gotas de magia,
cierta dosis de sueños,
y el sabor de unos besos.
Imaginarios.

Hubiese podido ser distinto
¿Hubiese podido ser distinto?

Hubieses podido doler.
Hubieses podido doler y dictarme cada una de las palabras para un libro entero.
Si. Hubieses podido doler. Y entonces hubiese podido ver tu cuerpo desnudo.
Sentir ese miedo a perderte. Justo antes de tenerte, como nunca nadie te tuvo.
Justo antes del abismo de besar tu labio.
Sentir el estremecer de mi cuerpo entero, al simple rozar de tu mano.
Lamer tus lágrimas y beber de tu piel.
Hubiese podido extraer tu miel.
Y entonces me hubieses enseñado a Creer
en todo aquello que ya no creo.

Pero no ha ocurrido así. Y, al igual que Pedro,
Estaría contenta de deberte estos maltrechos versos.
"Estaría contenta si no supiese yo
que escribir un poema es un acto cobarde,
Un pretexto irrisorio de gente inadaptada,
De cuerpos de mentira,
Cambiando por estrofas el calor de unas manos,
O el dulce fogonazo de unos ojos
Por la gloria marchita de unos juegos de flores"
 
O por la gloria marchita, de cualquier otro sinsentido.
 
No hemos hecho el amor, pero te debo un puñado de versos.
Ahora cierra los ojos.
E imagina cómo podría haber sido.