domingo, 17 de junio de 2012

El Deseo del centro. Y el Instante.

El deseo del centro: Derrida lo definió bien: un lugar imposible y omnipresente. Deriva constante por un empuje hacia un objeto ausente.

El instante: ¿De qué materia está hecho? Y voy más allá: ¿de qué está hecho aquel instante en el que cambia toda una vida?

Deseo e Instante. Cuando un deseo, trágicamente, se cumple. Cuando Deseo deja de ser. Para convertirse en cualquier otra cosa que en cualquier caso, ya no es Deseo. Porque Deseo es esa distancia. Es Imposible que deja de Ser cuando se perfecciona.

Cuando se perfecciona, el latido del corazón de Deseo se para como en medio de una carcajada clavada en un tiempo que se olvida de transcurrir. Y Tiempo se convierte en Eterno. En instante. En recuerdo. Con una pulsión que no quiere morir, no quiere abocar hacia el final, porque supondrá la desaparición, trágica, del Deseo.

Dime, dulce Sur, ¿de qué materia está hecho aquel instante que cambia toda una vida? ¿El límite a partir del cual ya nada será lo mismo? Dime, niña de pecho de clima torrencial sembrado de estepa blanca, ¿qué es exactamente lo último que ven unos ojos antes de que ya no miren como antes?

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Que es deseo?¿Donde acaba y empieza fantasía?

Anónimo dijo...

La fantasía tiene su punto de partida en el deseo. El deseo es sensación, atracción que se puede convertir en "sentimiento" hacia algo o alguien. Si el deseo no se "perfecciona" se convierte en frustración. La frustración genera creatividad como escape a la infelicidad que provocan los deseos no realizados. Podríamos decir que todo tiene su parte buena.La fantasia termina cuando el deseo se realiza. Las fantasias deforman la realidad y la adaptan a lan medida de quien las tiene. A veces se convierten en otra realirad paralela a la que se vive en el exterior de uno mismo. Mas o menos y a mi entender. A partir de lo poco que sé y conozco...

G.'s Land dijo...

Las fronteras suelen difuminarse en las geografías más interpretables...

El deseo es esa distancia. Algún Maestro lo calificó como único principio motriz de las cosas.

¿Pero aboca siempre el deseo no "perfeccionado" en frustración? ¿o bien Deseo es por sí solo, en su ancho recorrido, alimento para el alma insaciable?.

En cualquier caso, Anónimo "2", es bonito eso que dices de que la frustración genere creatividad como escape a la infelicidad que provoca. Porque la creatividad es luz. Y la luz, aun de forma inconsciente, es felicidad. ¿No?

Un abrazo y de nuevo un gracias enorme.

Anónimo dijo...

Claro! crear alimenta el ego y no hay felicidad mas grande que un ego saciado! Y la creatividad es perfecta acompañada de buena técnica, previo esfuerzo para adquirirla. "LUZ" me suena a religioso, a sacrificio, y a redimirse por la no "perfección del deseo" Todos los conceptos cambian a principios del siglo XX... de cuando es el Maestro que considera pricipio y motriz y que, por supuesto, así lo creo yo también? Pero este Maestro, si es del siglo pasado, estará de acuerdo en que los deseos no realizados son un empalago y para nada un alimento sano para el cuerpo.Y, ahora se sabe que el equilibrio entre el cuerpo y el "alma" es lo que convierte al ser humano mas humano. Un "alma" insaciable, difícilmente tendrá un cuerpo ágil, fresco, vital, que aprecie lo positivo de la vida.. Sera un alma taciturna, retraída, solitaria, humanamente complicada...Pero hará poemas bellisimos, pinturas impresionantes, imaginara vidas e historias inexistentes que nos haran delirar...Bien, cada uno hace lo que puede y quiere de su vida. Hay quien lucha por vivir lo que desea,y encontrara siempre un "objeto" donde dirigirlo, otros prefieren no desear, y otros ahogar el Deseo..Lo que esta claro es que el papel que tiene en nuestras vidas es muy importante. .

G.'s Land dijo...

Deseo intrinsecamente implica imperfección (de no realización). Es una distancia. Una vez que "el instante" lo perfecciona, deja de ser deseo, para convertirse en cualquier otra cosa, pero ya no un lugar inconcluso en continuo empuje, deriva, movimiento, hacia su presa.

¿Tú no crees que el deseo es el principio motriz de todas las cosas?

G.'s Land dijo...

Por cierto, había olvidado contestarte. El Maestro al que me refiero, es Aristóteles (384 a. C. – 322 a. C). ¡¡Es una pena que no le podamos preguntar a él si considera que los deseos no realizados son un empalago y para nada un alimento sano para el cuerpo!! Y mi última pregunta: ¿un alma insaciable no puede ser, justamente, el alma que más viva esté, o más necesite engullir vida?

Como siempre, una sonrisa de este a oeste, y un abrazo enorme.

Anónimo dijo...

Si. EL deseo es el principio motriz de todas las cosas. Lo creo. Y es la distancia entre el desear y realizar, si. Pero no quiero pensar en el deseo como algo bello mientras no se perfecciona. La libertad del ser humano se mide también en la medida que le es fácil realizar sus "deseos" Ahí voy y ahí me quedo.A Lo de "sus deseos son ordenes para mi" yo añadiría " siempre que los suyos coincidan con los míos" Y, no creo que desde siempre haya habido, ni hay en este momento mucha gente dispuesta a "contemplar" lo importante del "deseo" Mas bien, ha supuesto un peligro y por lo tanto había que controlarlo con religiones y leyes. De ahí que el sabio de Aristoteles lo considerara de máxima importancia en el funcionamiento humano.El alma insaciable que lo vive mientras es distancia y lo prefiera así, es respetable. Para mi esconde algo de "cómoda cobardía" aunque siempre que pueda vivir y la vida que tenga le permita limpiar a diario los efectos negativos de la"distancia" y se sirva como "fuerza motriz" para seguir sin el "objeto deseado" ya sea una moto, un castillo o un chupachups, pues adelante! La vida es como uno se la diseña!

G.'s Land dijo...

Me haces sonreir.
Un abrazo enorme, anónimo, y gracias por dejar tu huella por estos lares.

Anónimo dijo...

Gracias a ti. Aunque no te conozco, imagino tu sonrisa y me alegra..