lunes, 4 de marzo de 2013

Abierto por cicatrices


¡Pasen Señores y vean! El mayor de los espectáculos. Que ni la más feroz de las fieras.

¡Pasen Señores y vean! Lo tenemos en el habitáculo. Atado - por si renaciera -.

¡Pasen Señores y vean! Tóquenlo con el báculo. Fustíguenlo. Como si nada sintiera.

Vean Señores, y pasen. La más temible de las fieras.
Hoy cómo yace.
 
Fue el más bravo y despiadado. El indomable. ¡Quien hoy lo viera! Nada que ver con aquella bestia, que hacía postrarse a sus pies todo ser vivo de la tierra.
 
Fue el más temido. El más ansiado. Fue también de todos, el más admirado. Por atrevido. Por tenaz, por valiente. Por osado.

 
 
 
El temerario sin frontera. El audaz. El intrépido. El denodado. No existía criatura en el mundo que lo detuviera.

Vean como expira. Como paga su peaje por amar.

¡Pasen Señores y vean!. Lo que provocóle ser fiel a sus ideas. Y deléitense Señores, al verlo hoy claudicar.

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