viernes, 21 de diciembre de 2007

CORRER



Correr durante 30 minutos, y durante 50 y durante 1 hora, y durante 2… es posible si se entrena, si nadie al lado te desmoraliza y si en tu interior existe la suficiente fuerza para no pararte a los 5 primeros minutos que son, dicen, lo peores.

En ese camino te pueden acompañar muchos tipos de personas. Te puede acompañar alguien silencioso que simplemente te acompaña, sin sonreir, sin mirarte sin expresarte nada y siendo simplemente esa persona que te acompaña, sin querer nada más a cambio, sin dar nada más a cambio, y por eso estás segura de que estará siempre alli. Hagas lo que hagas, corras como corras, te pares o sigas 1 hora más.

Te puede acompañar el que sonríe, te acaricia, te hace reir, pero se para en la primera media hora para correr con otra mejor y más rápida. Te puede acompañar el que entrena primero para poder correr junto a ti esos kilometros, pero que lo hace unicamente porque la que corres eres tu…

Te puede acompañar el que no sigue tu ritmo pero lo tendrás, siempre, siempre alli detrás. Detrás de ti a una distancia variable, pero siempre alli. Te puede acompañar el que te entrena y te hace mejorar tiempo, velocidad, resistencia,… pero que al cabo de un tiempo razonable se irá a entrenar a otro enseñandole las mismas cosas que te ha enseñado, y llamando las cosas por los mismos nombres que utilizó junto a ti. Te puede acompañar el que te canta tus canciones preferidas, el que te llora, el que te ayuda y el que te hace reir. Te puede acompañar el que te sopla como un viento por detrás, el que te llueve y te moja, el que te abrasa como el sol, el que te enseña a que tu peso que convierta en el de una pluma, el que te explica como y en que pensar…
Pero no se si es posible que te acompañe el que es silencioso cuando quieres que sea silencioso, el que te haga reir cuando quieras reir, el que te enseñe a ser más rapida, más agil, y el que te cante y aguante corras como corras, y te de la seguridad de que estará siempre a tu lado, siempre junto a ti, sin que luego vaya hacia otra… sin que te siga por delante ni por detrás. Simplemente siga a tu lado ayudándote a acorrer 30 minutos, 1 hora o 2 horas más, convencidos de que es perfectamente posible.

1 comentario:

Juan B. Gramage Roselló dijo...

No sé quien lo ha escrito, pero me ha gustado mucho.

Juan Gramage