viernes, 29 de junio de 2012

Manu Norte



Antes yo no era la que soy ahora. Pero no. No pienso decir a qué me dediqué antes de aquel 15 de octubre del 2006. Nunca conoceréis a la Manu Norte de antes. Antes de quedarme muda. Antes de perder mi voz. No. Nunca lo sabréis. Por más que lo intentéis no saldrá nada de esta pluma. Además, poco importa porque de eso parece que haga muchos años. Parece que sea otra vida. Es de hecho, otra vida con distinta historia. Una vida de la que nunca os hablaré. Yo entonces era joven. Y ahora tengo la impresión de ser muy vieja. De ser anciana. Si. Una anciana enjaulada en el cuerpo de una niña. Arrastrando en el pecho, como lo hiciere un preso con su bola, un corazón maduro y viscoso como la pulpa de una fruta pasada. Gaseado. Agujereado como un queso gruyere. Remendado. Apuntalado. Zurcido. Una pulpa podrida que hace la vez de corazón y a duras penas puede latir por nada. Antes yo no era la que soy ahora. Pero no. A la Manu de antes jamás la conoceréis.

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