martes, 17 de julio de 2012

Quién lo diría (o ilusión 13.333)


63, Rue de Seine.
Nos encontramos abajo. En la entrada.
No sabemos como saludarnos.
Nuestros labios, torpes,
intentan poner los besos
en el sitio adecuado.
Que nuestras frías mejillas,
esperan.
Que no nuestros corazones cálidos.

No sé si yo te acompaño,
me acompañas tú,
o mutuamente nos acompañamos,
por el jardín que huele a aquellas flores
que ni tú ni yo pronunciamos.

En lugar de tomar las escaleras,
en vez de subir a pie,
nos metemos en el ascensor.
Hoy por primera vez.
Para que nuestros cuerpos más juntos.
Para que nuestro aliento más condensado.

Tú, más valiente, hablas del tiempo.
Vaya día
¿No?.
Yo, recuperándome,  contesto algo.

Quién lo diría.
Como dos desconocidas.

Contradictoriamente, al fin,
llegamos al final del paso.
A aquel punto exacto
Que dos destinos bifurcan,
a diario.
Me sonríes. Te sonrío.
Y me alejo.
Abro mi puerta.
Ya has desaparecido,
y haciendo como si,
fuera la menos importante de todas las cosas,
verte este rato.

Quién lo diría.
Como dos desconocidas.
Como si ese fuera el trato.

Nosotras que nos sabemos
de memoria.
Yo, que imagino la calidez
de tu cuerpo todas las noches.
Tú, que me recorres lamiendo mi piel
cuando cierras los ojos.
Derrotadas bestias feroces,
pensando una en la otra,
al girar los cerrojos.



Variación de Itzlar Minguez Arnaiz

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