sábado, 12 de enero de 2008

Historia que se repite...

Perdóname cuando te vea sin temblar. Cuando la costumbre nuble mi vista, y haga no apreciarte, no abrumarme como lo hago ahora con tu sola presencia. Perdóname cuando tus movimientos no me dejen perplejos, y tu risa no me robe el sueño. Perdóname cuando te mire indiferente porque el paso de los años ha provocado esa situación de ser tan cierto el tenerte, de tenerte tan cerca, y sin esfuerzo tu amor. Perdóname que no me asombres como me asombras ahora, incluso puede que busque a través de otra alguna razón…

Perdóname cuando te de esos besos sin que sepan a besos, cuanto toque tu piel sin abrasar tu piel, cuando te salude por simple inercia sin que en ello me vaya la vida, cuando te abrace de pie consiguiendo mantenerme en pie.

Perdóname cuando estos ojos se consideren tus ojos, cuando no te miren para seducirte, para calmarte, para besarte. Perdóname cuando asuma tu baile y tus característicos contoneos y perdóname cuando no espere que me los repitas una y otra vez.

Perdóname cuando no te vea lo perfecta que eres, como eres, como ríes… y perdóname… cuando te sea infiel.

No hay comentarios: